A la caza del negocio del oro

La fiebre del oro redefinió el Sueño Americano. Del puritanismo al “sueño californiano”, lo que representaba un nuevo estilo de vida en un lugar donde empezar de nuevo gracias a las grandes oportunidades que ofrecía el nuevo país. Las personas emprendedoras y creativas, con trabajo duro, suerte y, en muchos casos, sin escrúpulos, podían ser recompensados con enormes fortunas. El objetivo era enriquecerse rápidamente.

En estas condiciones, miles de buscadores de oro se hicieron ricos, sobre todo los primeros prospectores. En 1848 ganaban un promedio de 300.000 dólares de hoy, mientras que en 1849 las ganancias se situaron entre 95.000 y 145.000 dólares.

Sin embargo, no todos corrieron la misma suerte. Algunos se empobrecieron. Por ejemplo, John Sutter, fundador de la ciudad de Sacramento y propietario de las tierras donde se inició la Fiebre de Oro.

Sam Brannan, el primer rico ¡Qué listo!

Otros, en cambio vieron negocio rápidamente. Sam Brannan llegó a California en una expedición de 240 personas enviados por la Iglesia mormona para valorar alternativas donde crear una nueva sede para su comunidad. En 1847 Brigham Young (el jefe mormón) le encargó dirigir el primer contingente de pioneros mormones a California, aunque éstos finalmente acabaron en Salt Lake City (Utah).

El caso es que Sam regresó a Sacramento, donde abrió una tienda en el fuerte Sutter y un periódico. En 1848, cuando algunos de los trabajadores de John Sutter le pagaron con oro, decidió comprar cada hacha, cazuela, palangana y pala de la región para posteriormente difundir el descubrimiento en el diario. El llamamiento fue un auténtico éxito y muchos de los hombres que llegaron a California para buscar oro lo hicieron con poco más que las ropas que llevaban puestas, ya que contaban con comprar, una vez en el lugar, los pertrechos y provisiones que les iban a hacer falta. Y allí estaba Sam, que les vendía una palangana a 15$ cuando la había comprado por 20 céntimos. Así pues, en solo 9 semanas hizo 36.000$.

Considerado como el primer promotor de la Fiebre de Oro de California y su primer millonario, Brannan compró tierras en San Francisco y en Honolulu (Hawaii), fundó la ciudad de Calistoga en el Valle de Napa (comprando los manantiales del Rancho Carne Humana ¡Qué nombre!?!) y compró e inició el desarrollo de las principales zonas costeras del Condado de Los Ángeles. Aún así, murió en San Diego sin dinero ni para pagar su funeral pero dejando a una rica ex esposa…hoy, una calle en San Francisco le recuerda – al igual que todos los empleados de la oficina central de AirBnB-.

Calistoga
Calistoga, la ciudad balneario que promovió Sam Brannan

Tan lejos de casa como se encontraban, muchos buscadores se vieron obligados a soltar un pastón por las más básicas existencias que los comerciantes estaban deseosos de proveer. Por ejemplo, un simple huevo podría costar un equivalente de 25$ de hoy en día, el café más de 100$ por 400 gramos o reparar un par de botas más de 2500$. Así que de las muchas fortunas que se generaron entonces, las de los comerciantes superaban a las de la mayoría de los mineros.

Armour & Co. Building , 1050 Battery Street . San Francisco. Arquitectura industrial reconvertida en oficinas.

Algunos de los más grandes industriales de EEUU empezaron sus negocios abasteciendo a los mineros. Phillip Armour operaba las compuertas para controlar el flujo de agua que iba a los ríos donde estaban los buscadores. Más tarde abrió una carnicería en el mercado en Placerville y con las ganancias generadas, construyó una planta de procesamiento de carne, lo que supuso el inicio del imperio de carne enlatada y productos cárnicos en Chicago (absorbida por Henkel).

También en Placerville, John Studebaker cimentó una de las grandes fortunas automovilísticas, fabricando la carretilla para los mineros y la construcción de las carretas cubiertas para los pioneros de Oregon trail. Más tarde construiría automóviles (preciosos, por cierto. Jim Carrey conduce uno en La Mascara).

Wells y Fargo, los banqueros.

Dos banqueros Henry Wells y William Fargo se mudaron  al oeste para abrir una oficina de correo expreso en San Francisco, una empresa que empezó a crecer pronto y llegó a convertirse en una de las principales instituciones bancarias, Wells Fargo & Co. Hoy en día es el cuarto banco más grande de EEUU.

Edificio Wells Fargo en Old Sacramento durante la festividad "Gold Rush Days" en el fin de semana de Labor Day. Diligencia. Edificio Wells Fargo y Pony Espress en Columbia.
Edificio Wells Fargo en Old Sacramento durante la festividad «Gold Rush Days» en el fin de semana de Labor Day. Diligencia. Edificio Wells Fargo y Pony Espress en Columbia.

Levi Strauss, el Coco Chanel de los tejanos.

Otra historia de éxito fue la de Levi Strauss. Llegó a San Francisco en 1850 desde Baviera con la idea de vender, entre otras cosas, lonas y cubiertas para las vagonetas. Con tal propósito abrió una mercería en el centro de San Francisco. Un día, un cliente habitual le comentó que los mineros tenían problemas con los botones de sus pantalones, lo que les llevó a inventar el sistema de remaches en ropa, creando así unos pantalones de trabajo super resistentes, tanto por el tejido como porque ya no se descosían ni los bolsillos ni las braguetas. Así pues, se corrió la voz entre los mineros y… bueno, ya sabemos como acaba la historia.

Levis
Edificio de las oficinas centrales de Levi Strauus & Co en 1155 Battery St. Remache gigante en la entrada del edificio. Además de un pequeño museo hay un Taylor Shop: ¡Personaliza tus Levi’s!

Domingo, el chocolatero

Domenico «Domingo» Ghirardelli nació en un pueblo italiano de la provincia de Génova. Su padre era mercader de especias, mientras él se hizo aprendiz chocolatero. En 1837, cuando contaba con 20 años, cogió un barco y se fue a América del Sur,  primero a Uruguay y luego a Perú, dónde abrió una chocolatería en Lima. Justo al lado de su negocio abrió una tienda un carpintero norteamericano del que rápidamente se hizo amigo. Pero Lick, el amigo americano, volvió a Norte América siguiendo la llamada del oeste, llevándose consigo unos cuantos kilos de chocolate de Ghirardelli. ¿Se comió Lick el chocolate? No, lo vendió a los mineros que tuvieron la suerte de encontrar oro. Viendo el éxito que tuvo, envió una carta a su amigo diciéndole que no se lo pensara dos veces y que viniera a California para hacer fortuna. Sin dudarlo, Ghirardelli y su familia siguieron la llamada del oro. Instaló una tienda, después otra…así hasta montar una fábrica de chocolate.

La antigua fábrica es hoy un complejo industrial reconvertido en un centro comercial en San Francisco.

Torre original de la fábrica de chocolate Ghirardelli de 1895 con vistas a Alcatraz. Hoy, en Ghirardelli Square se puede encontrar la Ghirardelli Soda Fountain en la Chocolate Shop.

Pero no solo se comercializaba con cosas materiales, también había cabida para las historietas. Samuel Clemens llegó a California siendo periodista. Su primer trabajo fue una historia humorística sobre el concurso de las ranas saltadoras en Calavera County, un antiguo campamento minero. Este relato le hizo popular y cambió su nombre por Mark Twain. Sus relatos costumbristas sobre el «Lejano Oeste», su literatura de viaje y sus novelas “Las aventuras de Tom Sawyer” y “Las aventuras de Huckleberry Finn” le hicieron rico y famoso y uno de los escritores más importantes de EEUU.

Calle principal de Nevada City donde se encuentra el Nevada Theatre, hoy día el teatro más antiguo de California. Según explica la placa histórica pasó, entre otros artistas notables, Mark Twain.

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