En una sociedad donde el coche prácticamente es una extensión del cuerpo y del hogar, las carreteras se convierten en verdaderas arterias del país. Algunas incluso se diría que solo sirven para circular por ellas sin más propósito que el de disfrutar de la conducción a través de paisajes y regiones singulares. El fin último no es llegar al otro extremo del camino, sino recorrerlo. Tan en serio se lo toman los americanos que el departamento de transporte ha catalogado algunas carreteras como “sitios turísticos” en si mismos, designándolas como “National Scenic Byway” o “All-American Roads”, en función de las cualidades escénicas o singularidades que presenten.
Pues bien, en California hay 4 carreteras escénicas y 3 All-American. De estas últimas, 2 se encuentran justamente en la ruta costera que une Los Ángeles con San Francisco. La tercera serpentea entre volcanes por el norte de California, se llama Volcanic Legacy Scenic Byway.

¿Nos vamos de ruta…?
Las dos carreteras costeras mencionadas son, en realidad, dos tramos contiguos de la State Route 1 o Ruta Estatal 1: la carretera de San Luis Obispo y el famoso “Big Sur”. Debido a su belleza y quizás también a que unen las 2 ciudades más interesantes de California, ambos tramos se han convertido en destinos muy populares. Sin embargo, toda la Ruta 1 es maravillosa, así que vale mucho la pena recorrer los 1.055 km que separan Los Ángeles de Mendocino, a 4 horas al norte de San Francisco. Es más, hay que continuar avanzando hacia el norte por la Ruta Interestatal US 101, para pasar de los acantilados del pacifico a los bosques de gigantes.
Para que os hagáis una idea de las distancias, de LA hasta prácticamente Oregón es como ir de Barcelona a Roma. Un buen tute, pero un recorrido hermoso. El viajecito, con paradas intermedias, puede durar, bien bien, un par de semanas.
Las carreteras 1 y 101 son vías paralelas, la primera en la costa y la segunda unas pocas millas hacia el interior. Ambas carreteras convergen en dos puntos, en Santa Barbara y en el puente del Golden Gate, en San Francisco. Hoy día la 101 es una carretera interestatal que cruza el país de norte a sur. Sin embargo, el tramo californiano es incluso previo a EEUU.
Un poco de historia…
La mayor parte del trazado de la ruta tiene su origen en el Camino Real, vía de comunicación que unía las 21 misiones franciscanas que los españoles establecieron en la Alta California, desde San Diego hasta Sonoma, conectando con la ciudad de México. El antiguo camino ya no existe como tal, pero su trazado está marcado por unas campanas que se pueden ver desde las carreteras.
Las misiones y presidios
Y ahora que estamos metidos en harina, hablemos un poco del proceso de colonización de California. En general, se organizaba en base a tres asentamientos: las misiones, las poblaciones y los presidios. Las misiones eran establecimientos religiosos franciscanos destinados a convertir a los nativos americanos (Miwok, Ohlone, Wintun, Yokuts, entre otros) a la religión cristiana. Se construían a unos 50 km de distancia entre ellas, o lo que es lo mismo, a un día de camino a caballo. En cambio, los presidios eran residencias más o menos fortificadas en los que vivían soldados y donde se organizaba una pequeña población de militares y civiles, con sus respectivas familias y todos los servicios necesarios, desde viviendas a iglesia, talleres y almacenes. Se llegaron a crear cuatro presidios: San Diego, Santa Bárbara, Monterrey -capital de la California española- y San Francisco.
La ruta

Antes de emprender la ruta, aquí tenéis unos consejos para conducir como auténticos californianos:
- El límite de velocidad en las autopistas de varios carriles es 65 mph / 105 km/h y en las carreteras de dos carriles el límite es generalmente 55 mph / 90 km/h
- ¡Cuidado al conducir! Pasarse un Stop puede suponer una multa de más de 400 dólares.
- Aunque el uso de los intermitentes es obligatorio, si quieres conducir como un californiano no los uses mucho…
- Para aparcar, tened en cuenta que si ponéis el intermitente para marcar el estacionamiento, no os van a entender. Es decir, vais a tener pegado el coche de atrás. Por otro lado, el californiano aparca metiendo el morro, que como ya sabemos supone realizar muchísimas maniobras. Como además no controlan la marcha atrás ni las distancias, suelen recurrir a la ayuda del copiloto para obtener las indicaciones correspondientes.
- No ceden el paso en la entrada o salida de las autopistas ni facilitan la incorporación a los carriles.
- No hay prioridad en los carriles de velocidad, te pueden adelantar por la izquierda o por la derecha en las autopistas.

Fantasticos relatos, esperando impaciente el siguiente.
Que maravilla este post y qué maravilloso poder hacer la ruta. El no uso de los intermitentes veo que está globalizado.
Q pena que cuando estuvimos no tuviéramos tiempo de recorrer alguna parte del Big Sur. Espero poder disfrutarlo en otra ocasión. Doy fe q existen esas carreteras paisajísticas, geniales para los amantes de la carretera!