Aquí van dos lugares interesantes. Uno para los admiradores de Cash y otro para los cinéfilos/surferos:
Visita al museo de la Prisión de Folsom
A los pocos años de construirse la primera penitenciaria de California, San Quintín, se decidió construir otra prisión de máxima seguridad en la ribera del American River, a 50 km de Sacramento, Folsom Prison.

Hoy en día es una prisión de seguridad media, pero fue diseñada para albergar a criminales o a «incorregibles» con largas condenas. El bloque de las celdas está rodeado de un muro de granito pero el complejo penitenciario se extiende fuera de él. Entre sus múltiples edificios fuera de la muralla hay un pequeño espacio dedicado a museo, básicamente para recordar un hecho ocurrido en el 1968: la grabación en directo del disco At Folsom Prison que Johnny Cash ofreció frente a un animado público, los presidiarios. La primera canción del disco, Folsom Prison Blues convirtió a Cash en un músico legendario en EEUU.
El 10 de enero de 1968, Johnny Cash y June Carter (su futura esposa) se registraron en El Rancho Motel de Sacramento (hoy desaparecido). Después de dos días de ensayo con su banda tuvieron un encuentro con el gobernador de California, Ronald Reagan, que les deseó buena suerte.
El 13 de enero, tras la actuación de Carl Perkins (el creador de Blue Suede Shoes que haría famosa Elvis Presley) salió al escenario el músico vestido de negro. Mientras, los presos permanecían en silencio hasta que escucharon:
“Hello, I’m Johnny Cash” y se puso a cantar Folsom Prison Blues
Se programaron dos conciertos el mismo día por si el primero se les iba de las manos (dicho esto, casi todo el disco fue de la primera actuación). Los presos, advertidos previamente por el alguacil, no podían hacer mucho jaleo y mucho menos aplaudir cualquier comentario sobre la prisión que aparece en la letra de la canción, por miedo a las represalias de los guardias. Los convictos, no obstante, respondían a las canciones y gritos de Cash, desconcertando un poco al personal. Aunque lo que se escucha en la grabación después de la frase: “le disparé a un hombre en Reno, sólo para verlo morir”, se añadió más tarde.

Mavericks, en Half Moon Bay
Después de las grandes tormentas del invierno, el océano Pacífico muestra su bravura en una pequeña bahía a 45 km al sur de San Francisco y a 64 km de Santa Cruz, Half Moon. Aunque hay surfistas por toda la costa californiana, aquí se celebra un campeonato anual (Titans of Mavericks) para surfear una ola gigante: Mavericks, que puede registrar alturas de 8 metros y máximas de 18 metros. El día que fuimos había mala mar, y solo se atrevió a entrar un kayakista.

Interesante…
Cortito e interesante
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