Gente como tú

Siguiendo con la entrada de Gente Corriente, a continuación más comentarios y conversaciones con gente que hemos conocido:

  • Experimento científico en la clase de mi hijo de 8 años: tienen que tirar un huevo desde un segundo piso y que no se rompa.
  • Mi familia es de Luisiana*. Yo nací allí pero mis hijos ya son de California. No llevaría muy bien que mis hijos pudieran estar con una persona de raza blanca.
    *Estado del Sureste de EEUU donde se permitió la esclavitud por casi 150 años.
  • Las chinches de la cama son un gran problema en EEUU.
  • ♀ En 1810 mi abuelo, de Lubrín (Almería), cogió un barco que le llevaría a EEUU. Se puso a trabajar en las minas de Ohio pero al poco tiempo se mudó a California, concretamente a Vacaville. Allí, trabajando de agricultor en un rancho, conoció a mi abuela, también de Almería, y formaron familia. De tal manera, que mi bisabuela dejó el pueblo de Lubrín para venirse con nosotros. Aquí está enterrada. Había una comunidad española numerosa entre Vacaville y Sacramento, todos ellos con la esperanza de poder regresar, pero la Guerra Civil y la dictadura cortó de cuajo esa posibilidad. Fue a partir de ese momento cuando mi familia empezó a integrarse con este país.
  •  Los miércoles y los domingos vamos a misa, ayudamos a reparar la iglesia y colaboramos con la comunidad. Además el trabajo, los niños,…tengo la semana bien completa…Ah! Y voy al campo de tiro para aprender a usar la escopeta de corredera que hemos comprado.
  • ♂ En Los Ángeles, hace 30-40 años, las bandas intentaban captar por todos los medios a jóvenes, para ser más grandes y por lo tanto más poderosas. Ofrecían 15.000 – 20.000$ por conducir un coche de Los Ángeles a Las Vegas, sin preguntas; pero sabías perfectamente lo que estabas transportando.
  • ♂ Llevamos dos meses saliendo como novios. El otro día me regaló un diario en el que había escrito en cada página las razones por las que me quería. Ahora me siento orgulloso de ser hombre y afortunado: Tiene sangre latina, así que podrá darme muchos hijos.
  • ♂ La semana pasada fui a la graduación de mi futura nuera. Ha acabado Derecho compaginado con su carrera militar. Estábamos muy orgullosos porque llevaba muchos cordones de honor*.
    – Entiendo que eso es bueno.
    – Sí, por supuesto. Significa que es miembro de diferentes sociedades de honor.
    – Ah, las sociedades esas de las letras griegas…
    – Correcto: Alpha Phi Sigma, Phi Delta Phi…
    *largas cuerda con una borla en cada extremo de un solo color o una combinación de colores que se colocan alrededor del cuello.
Conversación con el bedel de la oficina.

-¿Trabajas mañana, Javier?
– Sí, por la tarde tengo que ir al edificio del gobierno, como siempre, y por la mañana me ha pedido un cliente que vaya a limpiarle la alfombra.
– ¡Qué duro eres! ¡Trabajas hasta el 4 de Julio!
– No puedo decirle que no porque a lo mejor cree que le he fallado y no me recomienda. Yo no estoy anunciado, los trabajos me llegan por el boca a boca… Aquí se puede ganar uno bien la vida pero hay que trabajar.
– Pero tendrás que hacer vacaciones, ¡hombre!
– ¡Tengo 1.500 horas de vacaciones pendientes! Este año quiero irme 1 mes a México. Allí tengo un rancho. Pero, qué quiere que le diga, a mí me gusta trabajar. Me siento realizado. Me gusta ganar dinero con mi esfuerzo. Y me gustan los retos. Mira, te voy a enseñar mi casa. A ver si la encuentro… tengo tantas fotos en el móvil…Ah, mira, estás son mis pistolas. Tengo 2, una con el logo de Porche en la empuñadura. Es que tengo un Porche, ¿sabes?
– ¡Anda!
– Algo ha cambiado desde que está Trump. Algunos gringos me miran mal ahora. El otro día estaba practicando el disparo y uno me miraba de reojo, poniendo cara de “qué cojones hace este aquí”. Pero a mi no me dan miedo, yo pensaba “ven aquí, gringo, si te atreves, te estoy esperando”.
– ¿de verdad se ha notado?
– Sí, sí, mucho. Cuando salió Trump un gringo me dijo “lo siento” y yo le respondí “¿por qué? Si yo le he votado!” Los gringos te ven los rasgos y ya se creen que eres ilegal. ¡Si yo tengo papeles! Así son.
– ¿y  cuesta tener armas aquí?
– ¡Qué va! A ver, el proceso dura unos 6 meses, pero es fácil. Lo inicias rellenando un formulario bastante extenso, lo presentas ante el sheriff y un agente del FBI, que te preguntan muchas cosas. Luego tienes que esperar a que revisen el expediente y al cabo del tiempo te llaman para decirte que por ellos no hay problema. Te vuelven a entrevistar y al final te dan el permiso de armas. Mira, con el que me he sacado yo puedo llevar armas en cualquier sitio, excepto en edificios federales. Después tienes que dar de alta el arma que te compras, para lo cual tienes que volver a entrevistarte con el sheriff y realizar unos cursos de tiro. Es largo, pero no hay problema. Ah… aquí están las fotos de mi casa.
– ¡Pero si parece un palacio!
– Pues la he hecho con mis propias manos. Nosotros vivíamos en un barrio cercano a la oficina y ya sabes como es el barrio…un día nos robaron. Por aquel entonces tenía otra casa, alquilada, en una zona más tranquila. Era una vivienda vieja y pequeña, pero el terreno era grande. Así que le dije a mi mujer ¿qué te parece si vendemos la casa y nos hacemos una nueva en el otro lado? A ella no le gustó la idea, decía que no teníamos dinero para eso. – No te preocupes por eso- le dije -¡La voy a construir yo! – ¡estás loco! ¿acaso eres carpintero, ingeniero, albañil, electricista? ¡Solo eres un bedel! No te voy a apoyar en esto. ¡Y no lo hizo! Nos distanciamos. Yo seguí con la idea. Mis amigos me ayudaron mucho … trabajaban, bebían cerveza y se reían ¡se lo pasaban bien! Pero yo estaba estresado: que si planos del arquitecto, las vigas, los cables, los permisos… muy difícil, ¡pero lo hice! Cuando la casa tenía forma, mi mujer empezó a ayudarme los fines de semana.
– ¿Cuánto tardaste en construir la casa? ¿un año…?
– Dos. Mira al móvil, ¿Qué precio pone?
– Aquí pone 452.000 dólares…
– ¡Así es! Con el garaje, que vale 80.000 dólares, resulta que he construido una casa valorada en más de medio millón de dólares. ¿Y sabes lo que me falta por pagar? ¡Sólo 20.000 dólares, ja ja!
– Vaya, desde luego eres una persona valiente y trabajadora…
– ¡hay que pensar cómo ganar dinero! Mira, en un rincón del edificio del gobierno he puesto una máquina de bebidas. Le pedí permiso al encargado y me dijo que no tenía inconveniente. Así que compré una máquina vieja de segunda mano y la lleno cada día con latas del supermercado. Con esto gano 14 – 15 dólares al día, ¡así de fácil!
– ¡qué tío más listo!
– El otro día un policía me pedía los 25 centavos que no le había devuelto la máquina. Fíjate como son, todo el mundo sabe que los policías ganan mucho dinero, más de 120.000 dólares, pero aun así quería sus 25 centavos. Así que le dije, no hay problema, toma un refresco gratis. Y se fue contento. ¿Pues sabes qué hice? Subir el precio de 75 centavos a 1 dólar. Así ya no hay cambio, ¡¡ja ja!!
– Javier, eres un genio. Bueno, me voy a trabajar un rato.
-¡A trabajar, a trabajar!

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