Viaje a la Patagonia chilena y argentina

Patagonia es una región del continente americano que se encuentra en el hemisferio sur del planeta Tierra. Que sea hemisferio sur no hace que la vida sea distinta solo que uno está allí abajo observando estrellas distintas a las que se encuentran en el norte. 

En realidad sí que hay algo que resulta especial: las estaciones del año. Ocurren a la inversa de las del hemisferio norte, lo cual resulta chocante: si uno parte desde el invierno, en pocas horas aterriza en pleno verano. En fin, el caso es que este año las circunstancias de la vida nos llevan a viajar en el mes de abril, cuando el verano patagónico da paso al otoño, lo que permite disfrutar del cambio de color de sus paisajes.

Debido a que se trata de una zona con tendencia al frío y a que el otoño presenta una climatología variable, decidimos minimizar el riesgo del mal tiempo y empezar el viaje en Punta Arenas, la capital de la región más austral de la Patagonia chilena, para luego continuar hacia el norte, donde paradójicamente el clima tendría que ser más “cálido”.

Provincia de Magallanes: Punta Arenas

Resulta curioso que en esta ciudad de la Patagonia chilena, situada tan al sur, nos crucemos con los reyes de la monarquía más septentrional, los Reyes Harald y Sonia de Noruega. No estaban de vacaciones como nosotros, sino de visita de oficial y fueron recibidos por Greenpeace como exige el siglo XXI en el que vivimos: a grito pelado. Pero ¿por qué esta organización ecologista protesta contra los representantes de un país que lidera la conservación del medioambiente? Por lo que se ve, cuando compramos salmón noruego éste puede haber sido criado en aguas chilenas.

De acuerdo, la globalización… sí, pero el cultivo del salmón noruego en Chile está causando graves problemas medioambientales debido a la contaminación de las aguas. El motivo es la excesiva aplicación de nutrientes, antibióticos y otros productos químicos que arruinan los suelos marinos y matan la fauna local. Mientras, en Noruega la consciencia ecología de la sociedad les impide actuar de manera tan poco sostenible. ¿Va a resultar que son un poco hipócritas? Quizás no más que el resto de países ricos.

Greenpeace con el lema “Bienvenidos reyes, pero sus salmonera no” en contra de la instalación de granjas de salmones en una de las regiones con las aguas más limpias y prístina del planeta, reserva de la biosfera por la Unesco.

En fin, allí estábamos nosotros, siguiendo al grupo de manifestantes del que solo nos separamos para ir a comer al sitio donde el alcalde de Punta Arenas llevó a los reyes, al Kiosko Roca, un pequeño local de comida donde se degusta una combinación única: Choripán – pequeños bocadillos de carne picada- y leche con plátano. A ver si va a resultar que los reyes son… ¿campechanos? A nosotros nos gustó, todo sea dicho.

Exploradores y aventureros

Punta Arenas ocupa un lugar en la historia debido a su inigualable ubicación, el estrecho de Magallanes, zona de paso de numerosas exploraciones del pasado y del presente, ya que es el  punto de partida para la exploración de la Antártica. Por esas mismas calles puntarenenses han pasado personajes de gran calibre, como el explorador Roald Amundsen (en 1897), el primero en alcanzar el Polo Sur o su rival el inglés Scott o el mismísimo Shackleton, en 1916, cuando recaló en la ciudad para solicitar ayuda y planificar el tercer intento de rescate de los náufragos del Endurance.

Así que callejear supone encontrarse un sinfín de plaquitas azules que explican la historia de la ciudad, desde el legado de los exploradores árticos al de las poderosas familias que se enriquecieron con los negocios ganaderos, como los Braun y los Menéndez (accionistas de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, el mayor latifundio ganadero de la Patagonia).

No cabe duda de que el personaje más importante fue un navegante portugués al servicio de la Corona española, Fernando de Magallanes, quien atravesó el estrecho que lleva, como no, su nombre justo hará 500 años el año 2020. La expedición que capitaneaba tenía como propósito buscar una ruta marítima desde Europa hacia las islas de las especias, hoy las islas Molucas de Indonesia. Encontrar y atravesar el canal marítimo que unía los océanos Atlántico y Pacífico fue toda una hazaña, pero resultó solo la primera parte de un extraordinario viaje que acabó siendo la primera circunnavegación del planeta, un hecho transcendental para la humanidad porque se demostró por primera vez que el planeta es redondo.

500 años del hito de Magallanes

Si bien el origen de la ciudad fue precisamente el descubrimiento del estrecho, la ruta no acabó siendo muy frecuentada, pues no pocas flotas acabaron hundidas en el fondo del mar debido al clima adverso de la zona. En general se prefería seguir otra ruta comercial, la del estrecho de Panamá, aunque hasta que se construyó el canal en 1913 suponía atravesar el istmo en largas caravanas. Tanto es así, que hasta el pirata Francis Drake utilizaba la costa como escondrijo para, desde allí, irrumpir en las colonias españolas y saquear los barcos que llevaban la plata.

Así es que lo que de verdad hizo que Punta Arenas floreciera no procedió del mar, sino de tierra firme, tras traer 300 ovejas que, 350 años más tarde del descubrimiento, se habían convertido en millones de ejemplares que constituyeron la principal riqueza de Magallanes.

La ruta

Como cualquier expedición de antaño, tampoco nosotros habíamos llegado a Punta Arenas para quedarnos mucho tiempo. Queríamos conocer la belleza natural de la Patagonia chilena y algo de la Argentina.

Liderada por los dos, nuestra expedición alcanzó el destino según lo previsto, llegando al aeropuerto de Balmaceda, en la región de Aysén, tras 17 días (¿solo 17? ¡Qué poco!). Aunque con alguna adversidad en el camino, pudimos ver y realizar casi todo lo que nos había llevado a tierras tan inhóspitas (es un decir, nos habríamos quedado varios meses para ver y hacer más cosas).

1 pensamiento sobre “Viaje a la Patagonia chilena y argentina”

  1. Espero llegue a muchísimas personas para que se sepa de los trapicheos ocultos y consecuente maltrato de la globalización. Por lo demás paisajes y hazañas impresionantes.

Deja un comentario